Fotografía: Fran Gala @erfran72 |
"Don José ha muerto", ese era el comentario en el pueblo. No se sabían
la circunstancias que habían concurrido para que el terrateniente del
pueblo apareciera muerto.
Todos tenían conocimiento de sus muchos
enemigos, tantos como negocios turbios se traía entre manos. Pero en un pueblo como
aquel, alejado de la carretera principal, la imaginación volaba tan rápido como lentas pasaban las horas.
"Lo han envenenado", decían unos. "Le han cortado la garganta", apuntaban otros. Pero la realidad era bien diferente...
Una
realidad más turbia si cabe; se lo había encontrado el ama de llaves
al amanecer, desnudo, atado a una silla y con los pantalones a la altura de los tobillos.
Ya lo decía mi madre: "Hijo mío, hasta para morirse hay que tener dignidad".
Texto: Fran Gala
Twitter: @erfran72
¿Como aquel Lord inglés muerto mientras "presuntamente" practicaba prácticas sadomasoquistas, a Dios rogando y con el mazo dando?.
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