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lunes, 23 de diciembre de 2013

CELEBRAD LA VIDA

El equipo de La Pupila Imantada


Ya lo dice el refrán. Que es de bien nacido ser agradecido. Y los integrantes de La Pupila Imantada sólo podemos dar las GRACIAS, en mayúsculas, a todos nuestros lectores y seguidores. Gracias por animarnos en los comienzos, que siempre son inciertos. Gracias por estar ahí, semana tras semana, brindándonos la dosis de ilusión necesaria para continuar adelante con esta aventura. 

La Pupila se ha convertido en parte de nuestras vidas. Cuando tomamos una fotografía pensamos inevitablemente: -¿La guardamos para el blog? ¿Tiene una buena historia?-. Y así pasamos el tiempo, entre imágenes y letras, intentando acercaros  nuevos mundos, nuevos personajes, nuevos sueños.

Vuestro reconocimiento es el mejor regalo. Disfrutad de las fiestas, pupiler@s. Si creéis en la Navidad, hacedle los honores. Si renegáis de ella, celebrad la vida.

Nuestros mejores deseos para tod@s.


¡FELICES FIESTAS! ¡FELIZ 2014!


Nos vemos y leemos el año que viene. ¡Sed felices!


Rosa Muro (@pink_wall) y Fran Gala (@erfran72)


lunes, 30 de septiembre de 2013

EL ARCHIVO DE LAS MARAVILLAS

Fotografía: Fran Gala erfran72




Me enrosco sobre mí misma buscando la mejor postura. Me giro hacia un lado, doy vuelta hacia el otro y no paro hasta que las ganas de devorar me susurran: -Ahí, justo ahí, no te muevas.- Y es entonces cuando sé que estoy dispuesta. Y me sumerjo. Buceo entre palabras desordenadas con olor a tinta antigua. Me dejo llevar por las corrientes subterráneas del subconsciente sin oponer resistencia.

A veces me como las letras a bocanadas, como un pez ávido de oxígeno. Me las trago con avidez. En otras ocasiones las saboreo con deleite, lentamente, sin prisa. Depende de cada historia. 

Disfrutar de la incertidumbre. De los giros brutales. De los argumentos soñados y los personajes imposibles. Pensar de repente: -¡Esto ya lo he vivido!-. Gritar mentalmente: -¡¡¡Esto lo que quiero vivir!!!-

Me abandono en los brazos de cada trama, voy tirando poquito a poco de cada hilo. Y deshago la madeja muy despacio, recreándome en los detalles y las descripciones. Imagino olores intensos, sutiles, embriagadores. Anticipo finales felices. Experimento sensaciones que anoto mentalmente para no olvidarlas nunca. Las guardo como un tesoro en mi archivo de las maravillas.

Cambio de postura, se me ha dormido un brazo. Aunque creo que no está dormido, simplemente se ha embebido de la historia y ha perdido sensibilidad, porque está toda concentrada entre las páginas. Esas páginas que cuando son vírgenes desprenden un aroma tan especial.

Vuelo sin tener alas, sueño con las pupilas dilatadas y  amo sin mesura. Me deshago en llanto incontrolable. A veces incluso lloro de risa. Sonrío como una tonta, aprendo lecciones de vida. Y sobre todo siento placer. Disfruto y me recreo al saber que no va a  terminar nunca. Porque cuando acabe un libro, otro me estará esperando. Me mirará con los ojos ardientes, expectante, igual que yo a él, suplicando que lo tome entre mis manos y me zambulla en su interior.

Placer. Placer infinito.


Texto: Rosa Muro pink_wall