Fotografía: Fran Gala @erfran72 |
Hay personas que irradian luz. Te
envuelven con ella, te arropan, te aclaran las sombras. Irradian tanta luz que
a veces incluso se transforma en calor que te calienta cuando se te enfría el corazón. O los pies.
Hay personas que son lecciones de
vida. Que han batallado contra molinos, gigantes y dragones de tres cabezas y
no se han dejado vencer. Todo ello sin armadura, a pecho descubierto. Que
atesoran cicatrices que dan ganas de acariciar. Pero la lucha les ha hecho aún
más fuertes.
Hay personas que con un abrazo hacen
magia porque consiguen parar el tiempo y hacerte volar. Chasquean los dedos y
desaparecen los miedos, la oscuridad se hace día y los monstruos no se atreven a salir de
debajo de la cama.
Hay personas que con una mirada
te hacen sentir especial. Te zambulles en sus ojos, que te arrastran y te hacen
viajar a lugares increíbles que todavía no existen. Y entiendes de pronto que
acabarán existiendo.
Hay personas que con un beso te
quitan la venda que tú mismo te habías impuesto. Como hacen con los caballos
cuando les tapan los ojos. ¿Tal vez para que no miren atrás? Estas personas te
desanudan la venda con delicadeza, la doblan con cariño, se la guardan en el
bolsillo trasero del pantalón. Y se aseguran de que a partir de ese momento no te
pierdas ni un detalle de la vida.
Es difícil encontrarlas. Tal vez casi imposible. Pero hay quien comenta que, muy de vez en cuando, y con un
poco de suerte, puedas encontrar a todas esas personas a la vez. En una sola.
Yo les creo.
Texto: Rosa Muro @pink_wall
Existen, doy FÉ.
ResponderEliminarNosotros también lo creemos. Ciegamente. :-)
EliminarHay que saber buscarlas pero hay más de las que nos imaginamos. Lo que pasa que a veces vamos tan rapido que nos olvidamos de los detalles igual que a veces nos olvida os de las voces en un mensaje, o de sonreir a quien nos mira, o de agradecer lo que tenemos todos los días, simplemente porque lo tenemos diariamente.
ResponderEliminarTienes toda la razón. No sabemos valorar lo que tenemos delante de nuestros ojos, tal vez porque nos hemos acostumbrado tanto a ello que pensamos que lo merecemos sin más. Y no es así. Roberto... haz el favor de abrir un blog ya! Te disfrutaríamos tanto...
EliminarLas voces no. Las vocales.
ResponderEliminarYo conozco una persona que irradia luz, y en su cuerpo atesora cicatrices de mil batallas, que dan ganas de acariciar; que chasquea los dedos, obra el milagro y se hace de día; cuando te mira, ay cuando te mira… deseas que te bese y descubrir cómo es la vida que vivimos.
ResponderEliminarNo son difíciles de encontrar, lo que ocurre es que no las buscamos donde debemos, y así nos va.
Tantos años y que me sigas sorprendiendo, Julián... Ni se te ocurra alejarte de esa persona, porque tal y como maravillosamente la describes,es oro. :-)
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