lunes, 13 de enero de 2014

PIEDRAS MOJADAS

 
Fotografía: Fran Gala @erfran72



Nuestra historia no fue de amor. Nuestra historia fue de fuego. Nos quisimos con intensidad, con furia y con desgarro. Nos consumíamos entre llamaradas cada noche y resurgíamos cada madrugada. Así es como deben arder los amores de verdad, los auténticos, los que escuecen como sal en una herida abierta y producen cosquillas en el interior de los ventrículos a partes iguales.

Avivábamos el fuego con la ausencia. Tú te marchabas y yo te esperaba. Siempre volvías. Y el fuego nos abrasaba. Y te volvías a marchar. Así durante años. Cuando no te tenía jugaba a imaginarte. A veces pasaba tanto tiempo que te tenia que inventar. Fue el mar dictador quien decidió apagarnos por completo una noche de tormenta. 

Guardo las cenizas de nuestra hoguera en un tarrito de cristal con la tapa de color aguamarina. Le puse una etiqueta en la que puede leerse “lo nuestro”. De vez en cuando abro el tarro y aspiro su aroma. Huele a madera vieja, a piedras mojadas y a sudor de marinero. Huele a noches en vela esperando tu regreso junto a la orilla.

Ahora somos un recuerdo. Es el mejor título que se le puede dar al camino que recorrimos juntos. Nos merecemos ser un recuerdo de esos que envuelven el corazón y te obligan al suspiro y a la media sonrisa. De los que te transportan hasta aquel faro que debía guiarte de vuelta a casa y que hoy ni siquiera se enciende. Tal vez te esté guardando el luto. Como yo. Como lo nuestro.


Texto: Rosa Muro @pink_wall

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