Fotografía: Fran Gala @erfran72 |
Bajó del coche y una oleada de sal le impregnó hasta lo más
hondo. Las lágrimas resbalaban por sus mejillas. El viento le pegaba el cabello
a la piel a latigazos. Bajó la empinada cuesta luchando contra aquellas ráfagas
que soplaban a su favor y le obligaban a ir frenando con los pies para no caer.
Consiguió llegar hasta la arena a trompicones, casi a ciegas. Al instante de
pisar la playa, el viento, incomprensiblemente, cesó. Y se hizo el silencio más
atronador que jamás ella había escuchado. Ya no había ruido. Sólo sal. La sal
de sus ojos, la del mar, la que él dejo en sus labios.
Se secó las lágrimas con
el dorso de la mano y levantó la mirada al frente. Tras las dunas, casi
escondido, se alzaba el faro. Aquel faro modesto, casi tímido, que le enamoró la
primera vez que descubrió aquel lugar.
Decidió atravesar las montañas de arena
para llegar hasta él. Tal vez si esperaba a que la noche cayera, su luz podría
indicarle el camino.
Texto: Rosa Muro @pink_wall
Nota: Queridos pupileros, nos tomamos unas semanas de descanso estival bloguero. Gracias a todos por estar ahí y animarnos a seguir. Continuad dejando volar la imaginación y mantened las pupilas bien abiertas para no perderos ni un detalle y contárnoslo cuando volvamos. ¡Nos vemos y leemos en nada!
Rosa y Fran.
Casi todo en la vida está sujeto a interpretaciones. Los relatos no son la excepción. Y en este, yo he visto reflejado un pedacito de mi vida. Me veo a mí, sentada en la arena bajo un silencio atronador, esperando que caiga la noche, mientras observo cómo mi faro ilumina de lejos. Y entonces me emociono. Y lloro… :-)
ResponderEliminarDisfrutad de vuestro descanso estival y volved pronto con energías renovadas.
Sabed que hasta que vuelva, yo echaré mucho de menos a La Pupila Imantada.
Gracias por transmitir. Gracias por emocionar. Gracias por vuestros relatos...
Un besazo:
Bea.
Cuando las imágenes o las historias hablan de sentimientos, al ser éstos universales, todos nos sentimos de una forma u otra identificados con ellos. Yo también me veo, tal vez no en una playa, pero sí en algún otro lugar. Y probablemente muchas de las personas que nos lean también. Gracias a ti por estar siempre, Bea. Volveremos con las pilas bien cargadas. Muchos besos de los dos!
EliminarMe ha pasado lo mismo que a Bea. También me he sentido identificada con el relato. En algún momento he esperado que se iluminara algún faro para mostrarme el camino a seguir...
ResponderEliminarDisfrutad del descanso más que merecido. Os estaremos esperando :)
¡Un abrazo!
Tarde o temprano el faro se ilumina para todos, Cris. Yo estoy segura! Gracias por seguirnos estas semanas. Nos leemos en nada. Besos!
EliminarYo tengo una foto...
ResponderEliminarY eso qué signfica? :-)
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