Fotografía: Fran Gala @erfran72 |
Hay personas que irradian luz. Te
envuelven con ella, te arropan, te aclaran las sombras. Irradian tanta luz que
a veces incluso se transforma en calor que te calienta cuando se te enfría el corazón. O los pies.
Hay personas que son lecciones de
vida. Que han batallado contra molinos, gigantes y dragones de tres cabezas y
no se han dejado vencer. Todo ello sin armadura, a pecho descubierto. Que
atesoran cicatrices que dan ganas de acariciar. Pero la lucha les ha hecho aún
más fuertes.
Hay personas que con un abrazo hacen
magia porque consiguen parar el tiempo y hacerte volar. Chasquean los dedos y
desaparecen los miedos, la oscuridad se hace día y los monstruos no se atreven a salir de
debajo de la cama.
Hay personas que con una mirada
te hacen sentir especial. Te zambulles en sus ojos, que te arrastran y te hacen
viajar a lugares increíbles que todavía no existen. Y entiendes de pronto que
acabarán existiendo.
Hay personas que con un beso te
quitan la venda que tú mismo te habías impuesto. Como hacen con los caballos
cuando les tapan los ojos. ¿Tal vez para que no miren atrás? Estas personas te
desanudan la venda con delicadeza, la doblan con cariño, se la guardan en el
bolsillo trasero del pantalón. Y se aseguran de que a partir de ese momento no te
pierdas ni un detalle de la vida.
Es difícil encontrarlas. Tal vez casi imposible. Pero hay quien comenta que, muy de vez en cuando, y con un
poco de suerte, puedas encontrar a todas esas personas a la vez. En una sola.
Yo les creo.
Texto: Rosa Muro @pink_wall